miércoles, 18 de mayo de 2011

Capitán sin brazalete

(Colaboración para Más Que Fútbol)

Miquel Salazar | Como si de un diálogo de «El bueno, el feo y el malo» se tratase afirmaré que existen dos clases de capitanes: los que llevan el brazalete y los que no. Los primeros no admiten discusión de tal título. Reconocidos por toda la afición han sabido mejor que nadie representar al club del que forman parte y echarse el equipo a su espalda. Ese es el caso de Gabi que esta temporada se ha destapado como alma del Real Zaragoza en todo momento ejerciendo de faro dentro del terreno de juego. El intachable rendimiento ofrecido por el centrocampista madrileño, junto con su actitud guerrera y los ocho goles que suma en su haber, le han erigido como el emblema del equipo. Méritos no le han faltado pero sería injusto olvidarse de la otra mitad del alma blanquilla, Leo Ponzio.

Y es que si hablábamos los dos tipos de capitanes Ponzio representa mejor que nadie a los de segundo tipo. Pocas veces se le ha visto luciendo los colores de la bandera de Aragón en su brazo izquierdo, sin embargo, su comportamiento dentro del campo le delata, es un capitán nato. Lejos queda ya su etapa en la que se le relegaba al lateral derecho donde su influencia se reducía notablemente tanto en el juego como en el carácter que deposita y transmite al resto del equipo. Ahora desde la medular se siente como pez en el agua. El argentino ejerce un derroche físico en cada partido al alcance de pocos futbolistas: corta, inicia, pero sobre todo organiza la zaga, vital para el equipo. La anarquía que caracterizaba la defensa del Real Zaragoza en las primeras jornadas de Primera División se terminó el día que Ponzio empezó a cubrir la demarcación de pivote.

Esta ha sido la temporada en la cual Leo ha rugido más fuerte que nunca. Su casta guerrera siempre ha destacado pero este año ha conseguido que la plantilla y la afición se contagien de ella. Siente los colores como pocos y el domingo se convirtió en el héroe con su tanto, convirtiéndose en el artífice de que la ilusión y la esperanza se prolonguen hasta la jornada 38 de la Liga. Sin embargo, Ponzio no necesita reconocimientos especiales puesto que saltará al Ciudad de Valencia como lo hace en cualquier partido, al 100%. Del mismo modo que tampoco necesita distintivo alguno que lo certifique como capitán.

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