martes, 16 de agosto de 2011

Cesc y su apuesta


Miguel Salazar | ...Y Cesc Fábregas vistió de azulgrana. No, no es el final del artículo, pero sí el final de un culebrón y de una historia que por fin ve la luz al final del tunel. Tras una larga negociación -que ha durado varios años- el equipo culé por fin se ha salido con la suya y el jugador cumplirá su sueño, vestir la camiseta del equipo de sus amores. Le ha costado buena parte de su jornal, una capitanía, la titularidad asegurada y el ser el referente de uno de los clásicos de la Premier League. Sea como sea Cesc ya está en su casa dispuesto a afrontar el gran reto de su carrera.

Se fue de La Masía siendo un niño allá por el año 2003, con tan solo 16 años, y vuelve con 24, siendo un hombre y futbolista referente a nivel mundial. La historia del centrocampista por todos es conocida: llegó y triunfó, así como suena. Su segunda temporada en el Arsenal, siendo un niño todavía, disputó la friolera de 46 partidos, enamoró a la afición y ya nadie se atrevió a desvancarle. En la grada empezó a sonar un cántico que siempre quedará grabado en su retina y en la de miles de aficionados «he's only seventeen and he's better than Roy Keane».

En su momento fue solo un cántico, pero ahora se puede afirmar que fue una profecía. Desde entonces el 4 «gunner» se asentó en el centro del campo y a partir de él, Wenger creó un equipo. Todo el Arsenal giraba en torno a Cesc. Pero ya no solo el juego, también la imagen mediática del Arsenal estaba siempre ligada a la de Fábregas, viajasen a donde viajasen. Tenía todo para hacerse un hueco en el exclusivo lugar en el que se encuentran Dennis Bergkamp, Thierry Henry o Patrick Vieira, para ser parte de la historia del club. Sin embargo, la falta de títulos a nivel de club -más aún tras haber conquistado una Eurocopa y un Mundial con España- le hizo replantearse su futuro.

Cuando el Barça se interesó por él ya no había nada que replantearse, la decisión estaba tomada. Un equipo cuya forma de jugar le viene como anillo al dedo, con sus amigos y un club que aspira a todo. Aún así, demostró que no solo es elegante dentro del campo, sino también fuera de él, y aunque presionó para marcharse, no montó ningún espectáculo al estilo Robinho o Agüero.

Ahora comienza una nueva etapa para él. Está consolidado como jugador de talla mundial, pero deberá de consolidarse también en el equipo de Pep Guardiola. No le costará mucho, ya que Cesc ha mamado de niño la cultura de La Masía y su estilo de juego. También porque con su llegada el equipo dispondrá de un sinfín de variantes en el centro del campo. Aún así su rol cambiará por completo y deberá de dar lo mejor que tiene si quiere hacerse con un hueco en el once inicial. Calidad le sobra pero deberá tener paciencia y no olvidar que de pasará de ser un ídolo indiscutible a formar parte de una constelación en la que él, por el momento, será la estrella que menos brille.

Imagen | Levante EMV

jueves, 11 de agosto de 2011

Sensaciones en pretemporada: Athletic Club


Miguel Salazar | El Athletic de Bilbabo comenzará el próximo día 20 la temporada 2011/12 nada más y nada menos que ante el Real Madrid y en el Santiago Bernabéu. Duro rival para debutar en la actual temporada pero también una buena oportunidad para reivindicarse desde el principio. Y es que los leones tienen por delante una temporada difícil si quieren, al menos, igualar la posición del año pasado, cuando fueron sextos a cuatro puntos de la Champions League. No hay que olvidar tampoco que además de la Liga y de la Copa del Rey el equipo vasco también disputará la Europa League.

Una temporada exigente la que le espera al Bilbao que comenzará un nuevo proyecto tras la marcha de Joaquín Caparrós y la llegada de Marcelo Bielsa. El entrenador argentino, pretendido por varios equipos, aterrizó finalmente en tierras vizcaínas y desde su llegada no ha perdido el tiempo. Parece tener las ideas muy claras y ya hay algo seguro, no le tiembla la mano. Koikili, Ustaritz o Aitor Ocio, entre otros, lo saben muy bien y tendrán que buscarse equipo si quieren jugar esta temporada ya que el «Loco» les ha dejado sin dorsal.

Pero ésta no es la única revolución que Bielsa planea realizar, puesto que parece que también pretende romper con el estilo que ha caracterizado al Athletic estas últimas temporadas para dar paso al toque, la presión y la velocidad. Jugadores no le faltan para ello, más aún tras haber visto la sociedad que Javi Martínez, Iker Muniain y Ander Herrera formaron este verano en el europeo sub-21. Este último -de momento único refuerzo para este año- está llamado a ser el timón de este Bilbao y ser un jugador que añada más calidad y toque a un equipo en el que el físico siempre ha sido el dominante.

Sin olvidarnos, por supuesto, de Fernando Llorente. Pese a los rumores sobre su marcha, como es habitual en los últimos veranos y a los que ya estamos acostumbrados, continuará siendo el estandarte de un equipo que le necesita a él y también a sus goles. Muniain, que cada día es más futbolista, también se perfila como pieza importante pese a su juventud. Si Llorente es sinónimo de gol el navarro es la verticalidad y el descaro, cualidades necesarias en este deporte.

Individualidades aparte, el Bilbao debe de mantener la tónica del año pasado y anteriores donde todos los jugadores trabajan y se ayudan entre ellos para un mismo fin: el Athletic. Puede que abandonen un estilo para adoptar otro pero no tendrían que perder la unión y solidaridad que ha caracterizado históricamente a este equipo. Temporada dura pero que podría consolidar a los de Bielsa como un aspirante habitual en los puestos europeos, todo se verá.

martes, 9 de agosto de 2011

Sensaciones en pretemporada: Málaga CF


Miguel Salazar | Abdullah bin Nasser Al Thani, más conocido como el «jeque del Málaga» adquirió el equipo andaluz hace poco más de un año en una operación que sembró la misma incertidumbre que ilusión entre la afición. Una temporada más tarde, y a pocas semanas de comenzar un nuevo campeonato liguero, las dudas han sido enterradas y la ilusión rebosa. No podía ser menos tras haber realizado una inversión impropia de estos tiempos tanto el año pasado, donde se dejó casi 50 millones de euros, como en la actualidad donde las cifras también se aproximan a las del curso pasado.

El desembolso del equipo malacitano se ha traducido en una plantilla completa y compensada que combina juventud y progresión con veteranía y experiencia. Todo ello bajo el timón de Manuel Pellegrini, en una equipo que parece casi obligado a tomar rumbo a Europa. Sin embargo, las prisas son malas consejeras y un puesto europeo puede esperar una temporada más en favor de otros objetivos. Los deberes para el Málaga, y para Manuel, deberían de ser el crear una base, un estilo y sobre todo un equipo, para a partir de entonces crecer, olvidándose de metas ambiciosas y evitando cometer los mismos errores que condenaron a otros equipos en el pasado. Superada esa fase, solo quedaría soñar.

Y no es para menos, más aún al observar el plantel con el que cuenta el entrenador chileno para esta temporada. Van Nistelrooy, Toulalan, Joaquín, Cazorla... una lista eterna de nuevas adquisiciones que sin duda alguna colocan al Málaga, a priori y obviando al F.C. Barcelona y Real Madrid, entre una de las plantillas más llamativas de la actual temporada. Además, posiblemente sea también una de los equipos con un mayor margen de mejora en vista a años posteriores.

La expectación por ver el rendimiento real de este equipo hacen que los focos se centren en los andaluces en el comienzo del curso liguero y la etiqueta de «equipo revelación» ya se le haya implantado. Lo tendrá que demostrar a partir del domingo 20.

jueves, 26 de mayo de 2011

El triunfo de la afición

(Colaboración para Más Que Fútbol)


Miguel Salazar | Jorge Valdano, buen futbolista mejor orador, afirmó en su día que «el fútbol es un estado de ánimo». Definición que bien podría ser extrapolada y aplicada a las aficiones de este deporte y que le viene como anillo al dedo a una en particular, la del Real Zaragoza. La hinchada blanquilla comenzó la temporada pitando al equipo y en la última jornada ha terminado protagonizando el mayor desplazamiento en la historia de la Liga. Un dato que resume el recorrido del conjunto y que confirma la biporalidad de la afición.

La frágil situación del equipo, el cambio de juego y de actitud por parte de los jugadores —fruto de la llegada de Javier Aguirre— generó un sentimiento entre la afición en un grado que pocas veces se ha visto en la capital de Aragón. Los precios populares que se ofertaron desde la entidad para los últimos partidos de la temporada provocaron el lleno de La Romareda ante Osasuna, además de unos números poco frecuentes por su magnitud en el resto encuentros. Un movimiento zaragocista masivo con la esperanza y optimismo por bandera se fraguaba conforme pasaban las jornadas, terminando de gestarse coincidiendo con la final ahte el Levante.

Tras haber agotado todo el papel el primer día, la nueva remesa al día siguiente e incluso las reservas a distancia, post-recogida en el Ciudad de Valencia, se confirmaban las mejores expectativas: alrededor de 10.000 zaragocistas acompañarían al equipo en, sin duda alguna, el partido más trascendente de la temporada. En el encuentro de aquella noche solo había dos resultados posibles, ni la victoria, ni el empate, ni la derrota, solo cabía vivir o morir… y la afición bien lo sabía.

La llegada de los más de 100 autobuses desató la locura. Nada más poner los pies en Valencia, a siete horas de encuentro, los cánticos afloraron en clave de saludo y no se detendrían hasta bien entrada la noche. Siempre había un grupo, más o menos numeroso, haciendo de banda sonora del resto de la afición, recordando los cánticos más populares entonados en La Romareda. Las miles de camisetas portadas por los hinchas tiñeron los aledaños del estadio de blanco, azul, negro y amarillo donde se notaba cierto nerviosismo. Y no por miedo a la derrota sino por prisa a que empezara el encuentro lo antes posible. Restaban poco menos de dos horas para el comienzo del choque cuando llegó el autobús. Un pasillo humano interminable y atronador daba la bienvenida al autobús del león que portaba a los héroes de la noche, el momento tan esperado se acercaba.

Como si de su estadio se tratase la afición conquistó el Ciudad de Valencia en una imagen casi inédita en un partido de la Liga española. Los 10.000 seguidores abarrotaron las gradas antes de que la final comenzara y los auriculares empezaron a hacer acto de presencia en los oídos de alguno de ellos en una misión casi imposible debido a los decibelios que manaban de las gargantas de la afición. Sin embargo sonaban con ganas de cantar un gol, se notaba esa incertidumbre, alimentada además por los dos goles anulados al Real Zaragoza. Fue entonces cuando Gabi dio inicio a la fiesta. Su gol de falta significó muchas cosas, entre otras, que el pesimismo de los más cenizos desapareciera y que se comenzara a disfrutar de la fiesta zaragocista.

La segunda parte certificó que los cánticos aquella noche no conocieron la tregua. La grada saboreaba el 0-1 y el ambiente olía a Primera División. Hubo tiempo para todo en el partido, incluso para que la bipolaridad de la hinchada se manifestara en forma de silbidos hacia Jorge López cuando éste sustituyó a Boutahar, aunque solo quedó en un espejismo. El segundo gol del capitán desató la locura, aunque el tanto de Stuani palió el efecto, que no los cánticos, a los siete minutos y con el partido ya expirando. Sin embargo, no hubo nada más de que preocuparse que no fuera de concluir la noche con el acto final.

Fue entonces cuando el himno saltó a escena en su máximo esplendor al ser interpretado por diez millares de gargantas ya desgarradas y llenas de júbilo que recordaba a otras noches ilustres de la hinchada maña. La celebración se prolongó en las gradas tras el pitido final, era el tiempo de disfrutar del triunfo y de respirar tranquilos por primera vez en la temporada, era el tiempo de la afición y de su victoria. Los jugadores saludaron a su público, sabedores de que ha sido una de las claves de su final de temporada. Las múltiples celebraciones, desmesuradas para algunos, solo certifican que queda gente, mucha gente, que vive el Real Zaragoza y que una asignatura pendiente desde hace un tiempo ha sido aprobada. Solo falta que el compromiso adquirido esta temporada perdure en el tiempo para guiar a este equipo donde debe de estar.

En MQF | El drama aparca en Riazor | Profesionalidad y compromiso por bandera
Imagen | Periódico de Aragón

miércoles, 18 de mayo de 2011

Capitán sin brazalete

(Colaboración para Más Que Fútbol)

Miquel Salazar | Como si de un diálogo de «El bueno, el feo y el malo» se tratase afirmaré que existen dos clases de capitanes: los que llevan el brazalete y los que no. Los primeros no admiten discusión de tal título. Reconocidos por toda la afición han sabido mejor que nadie representar al club del que forman parte y echarse el equipo a su espalda. Ese es el caso de Gabi que esta temporada se ha destapado como alma del Real Zaragoza en todo momento ejerciendo de faro dentro del terreno de juego. El intachable rendimiento ofrecido por el centrocampista madrileño, junto con su actitud guerrera y los ocho goles que suma en su haber, le han erigido como el emblema del equipo. Méritos no le han faltado pero sería injusto olvidarse de la otra mitad del alma blanquilla, Leo Ponzio.

Y es que si hablábamos los dos tipos de capitanes Ponzio representa mejor que nadie a los de segundo tipo. Pocas veces se le ha visto luciendo los colores de la bandera de Aragón en su brazo izquierdo, sin embargo, su comportamiento dentro del campo le delata, es un capitán nato. Lejos queda ya su etapa en la que se le relegaba al lateral derecho donde su influencia se reducía notablemente tanto en el juego como en el carácter que deposita y transmite al resto del equipo. Ahora desde la medular se siente como pez en el agua. El argentino ejerce un derroche físico en cada partido al alcance de pocos futbolistas: corta, inicia, pero sobre todo organiza la zaga, vital para el equipo. La anarquía que caracterizaba la defensa del Real Zaragoza en las primeras jornadas de Primera División se terminó el día que Ponzio empezó a cubrir la demarcación de pivote.

Esta ha sido la temporada en la cual Leo ha rugido más fuerte que nunca. Su casta guerrera siempre ha destacado pero este año ha conseguido que la plantilla y la afición se contagien de ella. Siente los colores como pocos y el domingo se convirtió en el héroe con su tanto, convirtiéndose en el artífice de que la ilusión y la esperanza se prolonguen hasta la jornada 38 de la Liga. Sin embargo, Ponzio no necesita reconocimientos especiales puesto que saltará al Ciudad de Valencia como lo hace en cualquier partido, al 100%. Del mismo modo que tampoco necesita distintivo alguno que lo certifique como capitán.