El Madrid está demostrando cada partido que puede ser verdugo del Barça
Miguel Salazar| Al fin Real Madrid y Barcelona han terminado con los partidos que se interponían al derbi. Ya se puede hablar de él y además les toca a los protagonistas empezar a referirse al encuentro más esperado hasta el momento. Los últimos compromisos han resultado meros trámites para que ambos equipos, que los han resuelto con la misma facilidad que eficacia. Los blancos suman un total de 9 goles a favor y 1 en contra en los dos últimos partidos; el bagaje para el equipo blaugrana es similar, 11 tantos en su cuenta y ninguno encajado. Unos números diabólicos e imposibles de alcanzar para el resto de conjuntos.
Pero no son solo los números los que distinguen a estos dos equipos. El espectáculo que brindan en cada partido es digno de elogio y el esfuerzo y sacrificio, innegable. Gran culpa de ello tienen sus entrenadores. Mourinho a conseguido que los 'cracks' blancos se pongan las pilas, y encuentren en Cristiano Ronaldo el modelo de jugador ideal para el míster portugués. Siempre con sed de victoria, sin piedad y que no quieren pasar inadvertidos en la historia del fútbol. Los dos portugueses quieren marcar una época, cada uno en lo suyo, y han encontrado en el Real Madrid el mejor canal posible para conseguirlo. El equipo rebosa motivación y hambre de títulos, y lo demuestra aniquilando a su rival en cada partido.
El Barcelona buscará su quinta victoria consecutiva en el derbi
Guardiola, por su parte, no ha revolucionado su Barça esta temporada. Tampoco lo necesita. El modelo vigente todavía funciona, por muchas voces que haya diciendo lo contrario, y el técnico catalán lo sabe. El Barcelona nunca ha perdido el norte, siempre ha sabido a lo que ha jugado, y lo sigue haciendo. Sólo hay una diferencia respecto a años anteriores: que Messi cada día temporada es mejor jugador que la anterior. De hecho su evolución no es solo anual, podría considerarse casi diaria. Las continuas comparaciones con los blancos no hacen más que alimentar las ganas de superar al eterno rival y, una vez más, el Barça quiere que aquellos que desconfiaban de ellos tengan que rectificar o, al menos, cambiar su discurso.
Pero solo un equipo puede ganar, y sus detractores, sean del lado que sean, desaparecerán por algún tiempo, o volcarán su frustración sobre cualquier chivo expiatorio. Fácil lo tienen ya que el partido lo arbitrará Iturralde González. El empate parece no tener cabida en estos choques. A priori, sería una decepción para los espectadores y para el espectáculo, aunque no siempre es así. Ha habido grandes derbis que han terminado en empate, y otros oscuros, que sin embargo, se han consumado con una victoria. El resultado no debe condicionar una cita tan esperada, entre dos equipos tan diferentes, pero que tantos paralelismos tienen.
Imagen| Google
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