martes, 8 de febrero de 2011

'Jeques' Árabes. ¿Renacer o morir?

Miguel Salazar| Desde hace unos años los grandes magnates, dueños de auténticos imperios, se han encaprichado con hacer del deporte un nuevo campo que explotar económicamente para su propio beneficio personal. A cambio, estos inversores, presidentes en un futuro aunque a menudo en un segundo plano, prometen grandes inyecciones de dinero y repiten, uno tras otro, el mismo discurso: "Vamos a hacer de este club un grande". Al principio fueron los soviéticos como Dimitri Piterman, de origen ucraniano, o el ruso Roman Abramovich; ahora, son las familias árabes quienes, con grandes cantidades de capital, protagonizan las compras de clubes de fútbol. Ven en ellos una buena oportunidad de invertir en el continente Europeo.

Sólo hay un problema, que estas operaciones pueden tener un triste final. No sólo las realizadas por jeques, sino cualquier operación que implique la compra/venta de un club a manos de un inversor extranjero que siempre viene cargado de dinero. Que se lo digan al Alavés o al Racing, por ejemplo, que sufrieron ambos al 'presidente-entrenador' ya nombrado antes. El segundo salió mejor parado ya que no duró mucho en el club de Santander, sin embargo, los de Álava nunca olvidarán la pésima gestión de un supuesto salvador, tanto económico como deportivo, que resultó ser todo lo contrario.


Como decíamos, en la actualidad son 'jeques' y familias árabes quienes apuestan por maniobras como estas. Aprovechando la imagen que creó Abramovich en la Premier League sobre como, a base de dinero y dinero, un equipo podía luchar por todas las competiciones, estos inversores fueron llegando a la liga inglesa. Manchester City y Portsmouth fueron los equipos que se dejaron convencer y que soñaron en convertirse en un nuevo Chelsea. Pero de la teoría a la práctica hay un trecho y la realidad es que ninguno de los dos ha conseguido el objetivo hasta el momento.

El Manchester City, a base de talonario, ha llevado a estrellas de todo el mundo a su equipo. Tévez, Kolarov, Touré... Incluso un campeón del Mundo, David Silva, ha desembarcado este año en las islas británicas para formar parte de este proyecto. Este año han sido 115 millones de euros desembolsados por 4 jugadores (Silva, Ballotelli, Touré y Milner) con el objetivo de dar el impulso final a este club y han vuelto a hacer locuras este invierno con Dzeko por 35 'kilos' más. Sin embargo, el equipo de Mancini todavía no está, y le faltará una o dos temporadas más, para competir contra Manchester United, Chlesea o Arsenal, y otro importante desembolso en fichajes. Pero claro, aunque haya mucho dinero, al final se termina y si el objetivo no está cumplido el Club se hunde.

Por desgracia encontramos equipos con un desenlace muy diferente al planteado en un principio. El Portsmouth, que la temporada pasada terminó descendiendo a la Segunda División inglesa tras la llegada de Sulaiman Al-Fahim, flamante jeque árabe que llegó a afirmar que el desembolso que iba a realizar superaría al del Manchester City y que terminarían peleando por la Premier. ¿El resultado? Este año el equipo compite en The Championship, formada por 24 equipos (los tres últimos descienden a lo que sería nuestra 2ª B), ocupando la vigésima posición. Por lo visto el ascenso tendrá que esperar para la siguiente temporada, por no mencionar esa promesa de competir por ganar la Premier.


En España este año comienzan a aterrizar estos inversores. Primero en Málaga y después en Santader. También suena Zaragoza, sin embargo, todavía son rumores y no hechos oficiales. Los dueños de los dos primeros clubes han utilizado la misma fórmula que sus compatriotas, luchar por objetivos más ambiciosos tras una gran inyección económica. El Málaga ocupa la última plaza de la Liga, tras una importante inversión realizada en verano y otra en este mercado invernal en el que han traído a futbolistas de renombre: Demichelis, Asenjo, el prometedor Camacho o Julio Baptista. También a un gran entrenador como Pellegrini. Pero la realidad es que el equipo no consigue abandonar el farolillo rojo, las jornadas pasan y los rivales suman. El Racing ha cambiado de manos no hace más de un mes, por lo que tampoco se puede hacer una valoración sobre su gestión. El único cambio notable se ha dado hace unos días, cuando se ha anunciado la destitución de Portugal y sueña Marcelino e incluso se había hablado de Rafa Benítez, descartado por el resto del consejo del Club. La temporada que viene se verá hasta dónde llega la ambición del nuevo propietario.

El mito de que los nuevos inversores eran salvadores y magos con un equipo de fútbol entre las manos ya no es tan válido como parecía en un principio. La ilusión que supone el gran desembolso lleva como compañeras a la duda y la incertidumbre acerca del futuro del Club. Ya no está tan claro eso de que el dinero es igual a buenos resultados, de que los mejores jugadores son siempre los mejores jugadores. También es verdad que con una buena gestión deportiva que asesore correctamente a aquellos que tienen el dinero por castigo se pueden lograr unos resultados muy óptimos, incluso el ansiado objetivo de dar ese 'salto de calidad'. Pero para ello hay que huir de esa visión en la que lo caro y conocido es lo mejor, y en el que prima el corto plazo antes que las vistas al futuro, algo que suele pasar como hemos visto. Lo dicho, jugársela a una carta, renacer o morir.

1 comentario:

  1. No creo que al Man City le esté yendo tan mal. Compite por ganar la Premier, algo que ha hecho en cuatro casos puntuales en toda su historia. Paradigmático de una pésima gestión es el Portsmouth, sin duda, desahuciado en un pozo del que tardará mucho tiempo en salir.

    No obstante hay que hacer aquí dos lecturas. Por un lado, el típico multimillonario que se dal el capricho y no tiene intención económica o deportiva (Racing, Portsmouth), y por otro el que llega para hacer dinero y un proyecto deportivo realmente estable (Chelsea, City).

    Podremos dudar sanamente de los jeques que llegan a un club, pero Chelsea y City están hoy (el crecimiento del Chelsea durante la última década es paradigmático) donde nunca pensaron que estaría. El Chelsea, de hecho, es habitual semifinalista de la Champions. ¿No les ha merecido la pena la llegada de Abramovich? Al City habrá que darle más tiempo, pero tiene la mejor plantilla de Europa.

    Respecto al Zaragoza, veremos. Si es un capricho, problema. Si es inversión, interesante.

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